Las islas maltesas son conocidas tanto por su atractivo turístico, que es protagonizado por sus playas arenosas y lugares fantásticos, como también por su historia medieval que si bien es tan atractivo para el visitante, habla de un lugar profundamente rico en su esencia.
Situadas en el centro del Mediterráneo, con sus aguas de color azul y zonas amuralladas, Malta entrega postales de ensueño. Para recorrer la isla se puede pasar por los acantilados de Dingli que con algunos precipicios que dan al mar, formados de forma natural, se halla la parte más alta de la ciudad y la Capilla Madliena que con la vista imponente del mar hace una postal inolvidable.
Otro lugar para ir a conocer son las islas de Comino que están cubiertas por distintas hierbas salvajes y geográficamente se pueden encontrar entre Malta y Gozo, su población no son más de 15 granjeros que pasan sus días allí en la tranquilidad. Para pasar el tiempo tranquilo no hay más que ir a recorrer los senderos arbolados y tranquilos que forman la única comunicación de la isla.
Además esta la Laguna Azul donde se puede ir a bañarse y disfrutar del sol serenamente. Y por último se puede recomendar ir al Museo de Guerra que se halla en la fortaleza St. Elmo, en este lugar se pueden observar distintas reliquias guardadas de la Primera y Segunda Guerra Mundial.
Imagen: La Pipa del Indio