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Un clima excepcional, decenas de ‘tesoros’ arquitectónicos, unas aguas ideales para los amantes del buceo, una animada vida nocturna… son algunos de los reclamos turísticos del archipiélago maltés, a los que, además, debemos sumar su rica gastronomía, resultado de diversas influencias.

Y es que la cocina maltesa está impregnada de los sabores de todas las culturas que han influido en las islas durante casi seis milenios de historia (Francia, Italia, Inglaterra, España, Turquía…). No olvidemos que Malta cuenta con una privilegiada posición estratégica que la convirtió en ‘lugar de paso’ para muchas civilizaciones que fueron dejando su poso a todos los niveles, entre ellos, cómo no, el culinario.

Es por ello que, hoy en día, el turista puede encontrar en estas islas restaurantes de cocina internacional, así como establecimientos especializados en la cocina local.

Una gastronomía de base puramente mediterránea con deliciosas especialidades. Entre ellas destacan, por ejemplo, la ‘Bigilla’; los pimientos verdes rellenos de anchoas; el guiso de conejo ‘Stuffat tal-fenek’, o también el conejo con ajo al vino. Asimismo, es muy popular la ‘sopa de viudas’.

Como es de esperar en una isla, el pescado fresco y el marisco son un clásico de la dieta maltesa, mientras que para los amantes de la carne, una magnífica opción son los ‘Bragoli’. Por su parte, los más golosos cuentan también con una gran variedad de opciones dulces como los deliciosos ‘Pastizzi’, o los ‘Imqaret).

Vía: Hola
Imagen: Viaje Jet

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