En los últimos días ya hablamos del caso de la embarcación libia que viene resultando paradigmático para entender las relaciones entre Malta y la Unión Europea en este sentido, considerando que por primera vez esta isla del Mediterráneo se ha negado a acoger la llegada de inmigrantes de Asia o África.

El caso es que si bien hasta ahora Malta venía haciendo caso de lo que la UE disponía en cuanto al tratamiento de inmigrantes que llegan al país, este caso fue el colmo para la isla, considerando que la embarcación fue detenida a apenas media hora de la costa de su país, y en lugar de obligarles a regresar, se les dejó seguir camino alegremente.

Malta consideró entonces que se trataba de una burla a su pensamiento sobre el tema, y advirtió que de ninguna forma dejaría entrar a estos inmigrantes libios a su frontera. Por eso, la embarcación permanecía hasta hace algunas horas rumbo a Italia, donde de todos modos tampoco estaba seguros de obtener asilo.

Sin embargo, se ha anunciado hace algunas horas que el Gobierno italiano ha cedido en el asunto y aceptará que los inmigrantes lleguen a su territorio, justo cuando se está hablando de nuevas oleadas en este sentido. El problema es que una vez que Malta ha podido mostrar su negativa sin ser reprendida, es sólo cuestión de tiempo para que los demás le imiten.

Vía e imagen: ABC