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Una de las grandes ventajas de las Islas Maltesas son sus magníficas playas y calas. Tanto arenosas como rocosas, hay una gran variedad de playas adecuadas para toda la familia, con pintorescos paisajes y zonas tranquilas. Además, sus aguas cristalinas son seguras para nadar ya que no hay mareas y la temperatura media en verano es de 23 grados.

Las tres islas ofrecen condiciones inmejorables para el buceo, con abundantes arrecifes, cuevas y hasta restos de naufragios que hacen de este destino uno de estos puntos los lugares más interesantes del Mediterráneo para esta práctica deportiva.

También debido al buen clima que se mantiene durante prácticamente todo el año, Malta es un escenario privilegiado para practicar cualquier tipo de actividad al aire libre. Las islas ofrecen a los excursionistas asombrosas fotografías: espectaculares acantilados contra los que se estampan con fuerza las olas, terrenos rocosos de monte bajo e incluso los escondidos y exuberantes valles. Durante la ruta, descubrirá lugares prehistóricos, capillas en cuevas y palacios de caballeros.

Por su serenidad y su tranquila belleza, la isla de Gozo posee un gran atractivo tanto para los habitantes como para los turistas. A menudo se refieren a esta isla como ‘la tierra donde se paró el tiempo’. Gozo cuenta con una campiña que invita al turista a dar largos paseos, y sus acantilados, como el de Dingli, son los mejores emplazamientos para contemplar las asombrosas puestas de sol del Mediterráneo.

Vía: El Economista
Imagen: Viaje Jet

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